Lesiones más comunes en corredores y cómo evitarlas

Correr puede resultar un hobbie como cualquier otro, uno que a la larga y si se realiza de forma adecuada puede llegar a engancharnos. Cuando hayas desarrollado una buena condición física, añadido una buena dieta en tu día a día y cumplido un buen plan de entrenamiento de running seguramente ya estés buscando tu siguiente meta. Esa no será otra que buscar cómo preparar un maratón o medio maratón. 

Dos de las pruebas más exigentes que, en caso de no estar preparados de forma adecuada, podrían desembocar en lesiones. Aún así, ningún deportista por profesional que sea está exento de sufrir una lesión. Sufrir lesiones es algo de lo más frecuente en el mundo del corredor, pero también podemos poner de nuestra parte para evitarlas con ciertos consejos. 

Algunas lesiones entre corredores son más comunes que otras. A continuación te mostraré cuáles son aquellas que con mayor frecuencia pueden aparecer en la vida del corredor, pero también cómo evitar. 

Síndrome de la banda

También conocido como Cintilla Iliotibial, el síndrome de la banda es un dolor agudo en la zona lateral de la rodilla. Este es un dolor muy común en aquellos que comienzan a correr, pues su origen parte del roce de la banda iliotibial con otras áreas con las que no entraba en contacto de forma previa al ejercicio. 

¿Cómo evitar el síndrome de la banda? Evitar el Síndrome de la Banda es muy sencillo si prestamos atención desde el principio. Como ya te he mencionado, es un dolor que suele estar presente entre los corredores novatos. Para evitarlo el primer paso que deberemos de tener en cuenta es evitar las distancias largas. Incorporar unos minutos de carrera, pero también otros de caminata, también favorecerán que la lesión no aparezca, ya que estaremos acostumbrando a la rodilla a ese roce. Por supuesto, y en caso de que haya sido demasiado tarde y la cintilla iliotibial ya haya hecho acto de presencia, deberemos de mantener reposo absoluto durante al menos 4 días hasta su recuperación. 

Periostitis tibial

La periostitis tibial es otra de esas lesiones frecuentes entre los corredores con menos experiencia. Relacionada directamente con la zancada, la periostitis tibial consiste en la inflamación de la zona tibial anterior, es decir, el tejido que cubre el hueso. 

¿Cómo evitar la periostitis tibial? Al igual que con la anterior lesión, podemos evitarla en el caso de los corredores menos expertos incluyendo menos distancia. Al tratarse de una lesión vinculada a la zancada y el exceso de kilómetros, deberemos de medir bien la distancia que vamos a recorrer, sin excedernos. En caso de sufrir la lesión, una vez más el reposo total será nuestro mejor aliado, en esta ocasión dos semanas sin entrenos. 

Tendinitis del tendón de Aquiles

La Tendinitis del tendón de Aquiles consiste, de forma resumida, en la irritación de esta zona a causa de la constante flexión y extensión del tobillo.  

¿Cómo evitar la tendinitis del tendón de Aquiles? A estas alturas sobra decirte que el exceso de kilómetros vuelve a convertirse en el peor enemigo del corredor. Introducir el entrenamiento de forma paulatina será el mejor aliado para cualquier tipo de lesión, pero en especial para la siempre molesta tendinitis del tendón de Aquiles y cuya lesión puede alargarse varias semanas. 

Síndrome del piramidal

El síndrome del piramidal es un claro ejemplo de lo que puede padecerse si no se estira de manera adecuada antes y después del entreno. Su dolor  es muy característico, sufriéndolo en en la zona glútea con resultados similares a los que podríamos comparar con la ciática. 

¿Cómo evitar el síndrome del piramidal? Es una de las lesiones más molestas, sin lugar a dudas, pues su dolor punzante se hace notar cada vez que levantamos la pierna al andar o subir escaleras. Como ya te mencioné líneas atrás, estirar durante unos minutos antes de entrenar, y al concluir nuestra sesión serán vitales para evitar esta lesión. 

Roturas

La lesión que ningún corredor o deportista quiere sufrir jamás. Hablar de roturas es hacerlo de un desgaste constante en cada sesión de entrenamiento. Las roturas no se dejan notar al principio, sin ir más lejos para que se produzca una rotura ósea completa primero (generalmente) tiene que haber varias microroturas. 

¿Cómo evitar roturas? Es precisamente por este detalle, su carácter invisible de cara al corredor por el que las roturas son tan delicadas. Evitar las zonas de asfalto y en general cualquiera de superficie dura es un paso a considerar. Aún más importante es conocer qué tipo de pisada tienes, pues ésta te dará la clave para saber qué calzado se adapta mejor a tu pie. Las roturas afectan por igual a competidores profesionales como novatos. En los primeros un exceso de competiciones o kilómetros suelen ser la principal causa. En aquellos que empiezan, el sobrepeso, demasiada distancia o un mal plan de entrenamiento causan este tipo de lesiones.